1.- Hace un tiempo solamente se encontraban los brackets metálicos. Pero debido a la necesidad de contar con productos más estéticos ahora existe una mayor variedad. En la actualidad podemos encontrarlos de cerámica  o porcelana y de zafiro. Los brackets de porcelana son menos notorios ya que tienen un aspecto más parecido al diente.

2.- Es común creer que la ortodoncia solamente tiene como función tener una sonrisa estética. Pero en realidad también funcionan para solucionar algunos problemas de salud dental como:

• Malas posiciones de los dientes, dientes rotados y apiñamiento.
• Cerrar espacios interdentales.
• Mordida abierta, cuando al cerrar la boca el maxilar superior no hace contacto con el maxilar inferior.
• Sobremordida.

Un alineado correcto de la dentadura es importante para normalizar la posición y el tamaño del maxilar y la mandíbula. Además de poder masticar mejor y evitar daños en los dientes.

3.- Algo muy temido es que el tratamiento sea muy doloroso. Ya que el movimiento de los dientes es de manera progresiva, en un principio es cuando se puede presentar más dolor. Esto es por el proceso de adaptación que se lleva.

En general el dolor no es constante durante todo el tratamiento, pero si es necesario tomar medidas para evitar que se agrave. Por ejemplo al momento de consumir alimentos, ya que en ocasiones por el roce al masticar se ocasiona la formación de llagas. De igual manera se debe reforzar la rutina de higiene oral.

4.- La duración del tratamiento tiene que ver con la alineación que tienen los dientes. Pero otros factores que intervienen son la edad y las patologías que se presenten. Además el periodo de adaptación puede ser muy corto y el comenzar a ver resultados pronto te anima durante todo su duración.

5.- Los brackets no dañan los dientes, pero si pueden dificultar realizar una buena higiene dental. Por la posición de los aparatos no es tan fácil alcanzar lugares donde se acumulan los restos de comida. Pero existen algunos utensilios que pueden ayudar.